Para empezar vamos a explicarte cómo se expresan estos datos, cómo entenderlos y calcularlos.
Cuando hablamos de trasferencia térmica hablamos del valor “U”, es decir, la medida de energía que se “pierde” por m2.
Se mide en W/m2K, es decir, los vatios que se pierden en un m2 en función de la diferencia de temperatura que haya entre dos superficies. En nuestro caso sería la diferencia térmica entre el exterior de la carpintería y el interior.
Sin una pequeña base de teoría de transmisión de calor, estos conceptos pueden resultar un poco complejos, por lo que trataremos de explicarlos con un ejemplo sencillo:
Supongamos que en una vivienda tenemos 20 m2 de cristaleras, con un valor U de 4W/m2K, y que hay una diferencia media de 15º C entre el exterior y el interior de la vivienda. ¿Cómo se traduce esto en pérdidas energéticas? No tenemos más que multiplicar los m2 por la diferencia de temperatura entre el exterior y el interior por el Valor U.
20m2 x 15 x 4 = 1200W. Si consideramos las 24h del día: 24h x 400W = 28800W/h Es decir, unos 28,8 Kw/h diarios. Y lo mismo podría deducirse con el aire acondicionado en verano.
La madera, por su naturaleza tiene un valor “U” muy bajo, lo que nos ayuda a evitar que esa energía se “pierda”. Esto te ayuda a ver que, mirando hacia el futuro en X años, tus ventanas se “auto-pagarán” con el ahorro energético que estas realizando.